lunes, 20 de julio de 2009

CRONICA

LOS RETOS DE LA JUSTICIA EN "DEMOCRACIA"

Como lo han hecho durante los últimos años, los compañeros participantes de la Coordinadora contra la Impunidad realizaron el pasado Jueves 15 de Julio el evento conmemorativo al Caso del secuestro y asesinato de los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta. El evento fue coorganizado por el Centro Federado de Derecho y Ciencia Política de la UNMSM y los familiares del recordado caso.

Desde las 4:00 de la tarde los invitados fueron llegando al aula 131 del primer piso de la Facultad de Derecho y CP, luego que fuera denegada la autorización de realizarlo en el Auditorio Jorge Eugenio Castañeda por negativa de las autoridades que, demostrando su ignorancia, alegaban que eran actividades políticas ajenas a la formación universitaria, en clara alusión al evento tan mentado por la prensa y el gobierno, y que, contradictoriamente, proponía en esencia la continuidad de la impunidad para los asesinos del pueblo.

Con determinación habló el primer ponente, Lic. Carlos Rivera, abogado del Instituto de Defensa Legal y abogado de la parte civil durante el Megajuicio al ex dictador. Refirió que a pesar de que el Juicio a Fujimori y particularmente los casos Cantuta Y Barrios Altos debieron sentar importantes precedentes, las ultimas sentencias sobre casos de violaciones a los Derechos Humanos representan un retroceso; así, en solo un 15% los responsables han sido procesados y condenados, el resto ha sido absuelto.

Y es que lamentablemente existe una tendencia a la absolución que refuerza los criterios de impunidad basándose no en la valoración, teóricamente correcta, de la prueba indiciaria, debido a la complejidad de los casos en que la intención expresa de los altos mandos políticos era mantener oculto lo acontecido, sino en la falta de pruebas, únicamente directas, y sin valorar como corresponden los testimonios de los familiares, contra quienes se orquesta también una campaña de desprestigio desde los medios y el gobierno.

Esta política se hace manifiesta con la intención de aprobar la Ley 29548, referida a la justicia militar, el uso de la fuerza y normas de carácter procesal, que buscarían que nuevamente sean los tribunales militares a través del Consejo Supremo de Justicia Militar los que traten los casos de violaciones de DDHH. Este retroceso en materia procesal forma parte de todo un esquema de defensa de la impunidad y olvido, que, como señaló Rivera, no cura las heridas sino que las reabre, en un contexto en el que las causas que generaron la violencia no han sido tocadas y mucho menos, solucionadas.

Jo - Marie Burt, escritora y docente de la George Madison University, habló del significado de la sentencia en el Caso Cantuta y como pese a la existencia de testimonios directos de miembros de del grupo paramilitar “Colina” aun no se autoriza el peritaje de los supuestos lugares donde estarían enterrados los cuerpos de los cantuteños, lo que demuestra una preclara vocación de negligencia en cuanto a la resolución de esta grave situación en la que conociéndose a los actores involucrados y su proceder delictivo, no se llega al fondo de la verdad.

Explicó que de los casi 15 mil desaparecidos como cifra aproximada, actualmente hay solo 1200 exhumados y 600 identificados; revelando las proporciones numéricas de esta tragedia que se mantiene por la no existencia de una decisión política favorable al esclarecimiento y sanción de los casos de violaciones de DDHH.

Respecto del polémico tema de la amnistía refirió que el caso más resaltante de impunidad surgido de Leyes de Amnistía (Leyes de Punto Final y Obediencia Debida) ocurrió en la Argentina durante el gobierno del presidente Raul Alfonsín, famoso líder de la “transición democrática”; leyes contra las que posteriormente falló la Corte Suprema, procesando a los responsables de torturas y asesinatos durante la dictadura militar en el país gaucho.

Por parte de los familiares, la voz de Carmen Amaro señaló con claridad que el gobierno utiliza el viejo discurso del fantasma del terrorismo para justificar así una intervención administrativa y/o policial a los claustros universitarios, como tantas veces en el pasado lo hicieron otros gobiernos autoritarios.

El acto finalizó con la participación de artistas de canto y música popular, en la que la participación estudiantil no podía faltar y que reforzó una vez más los lazos de fraterna unidad entre quienes luchan contra la impunidad y el olvido.